Jean Paul Sartre: Filosofía y Literatura


“La angustia, lejos de ser un obstáculo para la acción,
es su condición misma...”
J. P. Sartre en una entrevista

La literatura en particular, y la escritura en general, se dan en Sartre de una forma única: la experiencia existencial del hombre frente al vacío –esa angustia frente a la “nada”– no constituye un freno sino el impulso creador del escritor. “El vacío. Para un escritor es la oportunidad. Cuando no se tiene nada que decir se puede decir todo”, nos dice Sartre (Sartre, 1973: 9).
Pero, sobre todo, la escritura no sería en él un mero oficio ni un reflejo, sino que ese acto creador –que se da sólo en esa construcción social que llamamos “Hombre” y que siempre es “contra natura”, como respondería en alguna parte el filósofo León Rozitchner[1]– sería una necesidad propia de la existencia de Jean-Paul Sartre. Porque, como él mismo lo fundamentaría desde su filosofía, el Hombre, “tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho”, (Sartre, 1990: 16). La “nada”, tanto en el hombre como en la literatura, está en el inicio y por eso aparece la creación humana. Porque, al no estar determinados por Dios, por ejemplo, tenemos que crearnos a nosotros mismos; lo sepamos o no, lo queramos o no. Al no haber algo así como “naturaleza humana” o una “esencia humana” –“ni Dios para concebirla”, dice Sartre en la conferencia El existencialismo es una humanismo– es al hombre al único que le cabe su propia construcción. De allí el sentido de la célebre frase: “La existencia precede a la esencia”. Primero existimos, luego nos creamos, para expresarlo esquemáticamente.
En este sentido, la literatura no escapa a esta concepción, sino que forma parte integral de ella. En efecto, la literatura es un perpetuo hacerse sobre el sentimiento de vacío y de angustia del escritor. Porque no se es nada, se hace algo. Es por ello que, en primer lugar, podemos nominar a la literatura sartreana como una “literatura existencial”: no sólo por sus temas –la libertad, la elección irremediable, la angustia, el vacío del Hombre– sino también por la concepción que se hace de ella[2].



Bibliografía
–Sartre, Jean-Paul, El existencialismo es un humanismo, Buenos Aires, Ediciones del 80, 1990.
–Sartre, Jean-Paul, Situations IX, “El escritor y su lenguaje” y otros textos, Buenos Aires, Editorial Losada, 1973.
[1] VVAA, Revista La Biblioteca fundada por Paul Groussac, números 2 y 3 (edición doble), invierno de 2005, pag. 23.
[2] Al no haber una “esencia” pre-dada en la literatura, el hombre puede crear esta disciplina con las herramientas que tiene a mano.