mirada


los ríos son espejos inquietos,
los amores tablas quebradizas en medio del mar,
tu mirada la salvación, la perdición y esa costumbre de estar demasiado lejos y demasiado cerca.

vestimentas


Somos las vestimentas de nuestro tiempo, ciertas geografías, un trazo que se dibuja en la inmensidad de las noches que todavía no han pasado.

amigos en el fondo de la calle


La amistad es una disparidad en sí misma; cansada y radiante, JF está sentada con una copa verde en la mano y la mirada perdida en un punto incierto mientras me cuenta sus historias de amor, sus sentires apasionados (no se lo digo, estas cosas no hay que decirlas, pero es una maravillosa loca de amor); en cambio, LP por momentos parece estar despegado de la vida -"soy El extranjero como vos decís", me dice-, pero descubro con el tiempo alguna de sus pasiones; el error consiste en que uno lo ve ahí sentado leyendo sereno en medio del mate, revistas, diarios y libros que se apilan aquí y allá, el desorden es tal que llego a creer que tiene una razón y hasta una justificación, y ver que en ese gesto sereno no hay pasión uno se equivoca; la existencia no admite pausas y estos dos grandes amigos son también dos grandes apasionados, tienen su estilo, su forma de moverse, su temple, su pliege y su despliege, son buenos (excelentes en realidad) en lo suyo y cada uno a su manera deja su huella en mi cada día.

días de la vida


viajo con boletos usados, leo biografías de hombres que todavían no han nacido, me ilusiono con ser un poeta urbano, que rasga palabras en libretitas y termina todas las tardes en el fondo de la calle con sus amigos más queridos.

ocupaciones


Por las noches hablamos de literatura, por la tarde de música, por las mañanas de filosofía.
Al mediodía comemos sanguchitos y tomamos jugos de fruta. A la hora de la siesta salimos a tocar timbre, a dibujar los bancos de las plazas, a deshojar las margaritas que añoran los enamorados con las manos vacías.

poemas


me levanto; rebusco una, dos frases poéticas, las garabateo en la pared para no olvidarlas, las grito para escucharlas, les saco una foto para registrarlas; al final del día hay mil poemas, apenas soy uno, bastante malo; tiene libertad, amor, tristeza y muchos horizontes así de grandes.

nostalgias


Una eterna nostalgia nos aguarda en cada esquina. Los instrumentos que ejecutamos: el lápiz que repta áspero sobre la hoja, un verso amanecido, las líneas que forman personajitos tristes.

Más allá, reflejos, los otros, uno mismo. Los sueños eternos, las revoluciones que no haremos, las vidas que nos serán negadas.

un hombre cualquiera



En cinco minutos conocí la belleza del mundo, los paraísos perdidos, el denso pesar del vacío, la estupidez de todas las frases que escribo; me lo hizo notar la poca simplicidad de mis palabras, quizás sólo habría que decir: un día llego a casa, esta todo en silencio, como solo, escucho música, llamo a una amiga, nos contamos tristezas y alegrías, nos emborrachamos, vamos al cine a perdernos un poco en imágenes hoy distantes, sueño con errar por rutas provinciales, con irme una temporada cerca del mar, a tirarme en la arena, pero amo la ciudad, los paisajes desechos, la urbanidad, la catarsis irremediable de las palabras que escribimos...

sueños: amar, escribir, viajar

espejos: amigos cotidianos y los que habitan en la lejanía

figurate


Hoy descubro que nada resulta literal, todo es alegórico

una puesta de sol, una tristeza

un amanecer, el encuentro del amor

las poesías de la adolescencia, búsquedas en la oscuridad

el mar, la soledad.

artificio


Hoy un artificio.

Con las migajas del amor muevo todo un mundo. Con el amor soy el mundo.

El resplandeciente camino, mañana será polvo.

El cambio me acecha en cada gesto, en cada palabra que traducen las teclas.

Somos el día que cae en el horizonte, en el más allá del océano.

as time goes by


hoy fui a buscar las tardecitas en los parques,
los mediodías que salíamos del Nacional con los chicos,
los amores imposibles que habitaron la adolescencia,
las primeras idas al cine,
los sonidos del mar que nos traía el viento Sur en las noches que pasábamos junto a un fogón.

todos los recuerdos me encontraron acá, escribiendo, medio melancólico, con un gato tumbado al sol de la mañana, con el mate frío y lavado, con el piano de Iaies de fondo.

mujeres tristes

los trozos de poesía,
las miradas en silencio,
los abrazos,
el irremediable sabor melancólico que habita en sus ojos,
todo se lo han llevado las mujeres tristes
de esta inmensa ciudad de cristal.

(com)partidos


Caminé. Tomé prestada una lágrima de un amigo un día de alegría. Supe del silencio y contemplé los días grises con la desilusión de los que terminan algo. Fabriqué sueños posibles, que luego resultaron vanos. Recolecté miradas en una noche oscura. Inventé palabras cuando no tenía con quien utilizarlas. Llore sin ganas, sonreí sin felicidad y hasta olvidé momentos que nunca había vivido. Sin embargo, me di cuenta que faltaba mucho para el final, y eso era sólo un comienzo más.

escrito en colaboración con Juliana F.