un hombre cualquiera
En cinco minutos conocí la belleza del mundo, los paraísos perdidos, el denso pesar del vacío, la estupidez de todas las frases que escribo; me lo hizo notar la poca simplicidad de mis palabras, quizás sólo habría que decir: un día llego a casa, esta todo en silencio, como solo, escucho música, llamo a una amiga, nos contamos tristezas y alegrías, nos emborrachamos, vamos al cine a perdernos un poco en imágenes hoy distantes, sueño con errar por rutas provinciales, con irme una temporada cerca del mar, a tirarme en la arena, pero amo la ciudad, los paisajes desechos, la urbanidad, la catarsis irremediable de las palabras que escribimos...
sueños: amar, escribir, viajar
espejos: amigos cotidianos y los que habitan en la lejanía
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2 comentarios:
Muy lindo lo que escribiste, saludos
Muy feliz dia, Maestro.
Una Buenos Aires gris, hoy se luce en toda en su melancolia.
Hermoso y sentido texto.
Exquisitos saludos.
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