amanecido


Iré a pasear por jardines subterraneos, a interrumpir el crujir silencioso de los arboles, a contemplar mi forma de amar.
La naturaleza cifra la melancolía de la mañana.
En aquella esquina, detrás de esa sombra, habitan recuerdos que me distancian.
Por allí paso, soy el que lleva el corazón en la mano y se sonroja después de besarla.

2 comentarios:

Juliana Fortini dijo...

Cuidado al llevar el corazón en la mano, no sea cosa que se le vaya a caer, o un susto lo haga hacer apretar la mano fuerte y destruirlo.

despojada dijo...

es bueno saber que aun hay quien se sonroja.
cariños