Dice Giorgio Agamben que, en un campo de concentración, una de las
razones que pueden impulsar a un deportado a sobrevivir es
convertirse en un testigo.
¿La memoria sería, entonces, cómo traer nuevamente al testigo? Hacer que nos cuente qué ha pasado. Porque él ha sobrevivido para eso, testificar. Para decirnos: "Esa ha sido mi época". Así vivían estos hombres, estas mujeres. Así roía el frío nuestros huesos en Auswicht.
Dejamos una frase de un testigo,Primo Levi antes de convertirse en testigo:
"Habían
cerrado las puertas en seguida pero el tren no se puso en marcha
hasta por la tarde. Nos habíamos enterado con alivio de nuestro
destino. Auschwitz: un nombre carente de cualquier significado
entonces para nosotros pero que tenía que corresponder a un lugar de
este mundo".
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