Por qué escribimos


Por qué Walter Benjamin nunca pudo componer un libro. Es decir, una obra -pongamos- cerrada, hilada, editada. Quizás porque, como sugiere Alessandro Baricco, veía al mundo como lo que siempre está por venir (porvenir). Sus escritos van por senderos no trazados. Tanto que hay mucho de cosas sueltas, papeles, autocensura.  

Benjamin es no siendo. Es lo inacabado, lo inoportuno, lo que transcurre a destiempo. Su final es una cruel metáfora de ello. 

Por qué escribimos. Quizás el mayor acto humano. No hay mayor techné -tecnología- que un papel y un lápiz. Ahí podemos hacer un poema, escribir en código binario o garabatear dibujos.

Por qué escribimos. Para detener el tiempo. Para afirmarnos (en sentido spinoziano). Para negar al mundo. Para seducir. 




No hay comentarios: