vida y otras cuestiones


La pradera se inquieta por el atardecer y por el paso del tren. Las personas huyen de los pórticos en busca de amor, de aventura y de esperanza. Los sembradíos son inmensos en esta época. Se puede sentir el aroma del pasto recién cortado y el sonido de las naranjas y los duraznos cuando caen al suelo. Las mujeres cuidan del jardín, los hombres llegan del trabajo saludando al tiempo, los chicos juegan en la vida. Los poetas meláncolicos se despiertan de la siesta tarde y son acariciados por las palabras. Luego, salen al mundo.

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