
...por la ventana,
por los ojos,
por el verso gastado,
por las formas que se inventa uno para sobrevivir.
El sol entra...
"De un hombre que cabecea, entonces, ¿qué se puede esperar? Nada como no sea una hilera de fragmentos, espesos, en brutos. Que el mundo resplandezca en ellos, si uno de los modos del mundos es el resplandor" (Juan José Saer, "Carta a la vidente").
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