escrituras


Si en la calle del empedrado,
una tarde pasa un tipito con la cara triste

o quizás alegre,
llevará papeles deshojados,
lapiceras sin tinta,

sueños en los bolsillos,
poesías incompletas,
y esa sensación que le agarra cuando la ve a ella que viene por los senderos que no paran de bifurcarse y hacerse crepúsculos y todo huele a recién hecho y todos quieren vivir en el domicilio de la aventura, que es cualquier parte, y este texto se diseminó y se multiplicó con parafraseos ajenos y el sol que entra por la ventana me recuerda que la existencia es una fortuna que se da una vez.

1 comentario:

despojada dijo...

sentimiento que no se escabulle y se plasma. me gusta.
cariños