Como te pasa a ti, como me pasa a mi.


Ahora que camino sobre arenas movedizas, nuestra historia de amor se parece mucho a los vidrios empañados de los autos. Me pongo triste y me voy a andar por la costa; me esperan todos los amantes desperdigados, las mariposas moribundas, los que han sido grandes.
En los ojos llorosos iba yo.
En los sueños, habito jardines anochecidos.
Y me quedo así, mirando la Cruz del Sur, disfrutando de le jours tristes.

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