Las hojas caen, amarillentas, en cualquier ciudad. Es tiempo de cambios; de comenzar una nueva temporada. Amanece demasiado tarde mientras los hombres desconocidos viajan a destinos no elegidos. En todos los lugares los espera el amor y la muerte; el destino y el azar se disputan todas las esquinas, los poetas y los hombres de traje desfallecen aquí y allá de alegría o de tristeza. Nadie está a salvo, es otoño y la ciudad se tiñe de ocre.
otoño
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2 comentarios:
amanece demasiado tarde pero, ¿amanece al fin?
abrazo grande
Claro que sí... amanece.
Que no es poco. Un beso.
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