Le rezaba al dios de los tristes,
hacía de las lagunas océanos,
marcaba el compás de las orquestas.
Ahora mira un rincón,
y hace prisiones.
"De un hombre que cabecea, entonces, ¿qué se puede esperar? Nada como no sea una hilera de fragmentos, espesos, en brutos. Que el mundo resplandezca en ellos, si uno de los modos del mundos es el resplandor" (Juan José Saer, "Carta a la vidente").
1 comentario:
me gustan los gatitos. esa debe ser nena, o no?
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